viernes, 7 de octubre de 2011

RÁVENA

Cuando preparaba el viaje ya sabía que Rávena iba a ser una de las perlas de este, pero nunca llegue a pensar que realmente me impresionaría tanto. Puede que la ciudad en si misma no sea de las más bonitas que he visitado en Italia, lo cual no quiere decir que no lo sea, pero dentro de sus murallas se conserva el más maravilloso patrimonio de mosaicos de los siglos V y VI. Aunque no sepas nada de arte, como es mi caso, el colorido, el detalle y la belleza de los mosaicos te dejarán sin habla.
Los monumentos de Rávena hacen de esta ciudad cita imprescindible para todo viajero que se precie. No es de extrañar que sus primeros edificios religiosos, cristianos y bizantinos hayan sido reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO:

ü     Mausoleo de Galla Placidia
ü     Baptisterio Neoniano
ü     Baptisterio Arriano
ü     Basílica de San Apollinar Nuovo
ü     Oratorio de San Andrea - Capilla Arzobispal
ü     Mausoleo de Teodorico
ü     Basílica de San Vitale
ü     Basílica de San Apollinare in Classe
Poco se puede aportar a lo que ya se ha dicho y escrito sobre estos monumentos de visita obligada todos ellos, sin embargo coincido con muchos en que el más extraordinario de todos es la Basílica de San Vitale.
Además en Rávena encontrarás otros monumentos como la cripta anegada (siglo X) de la Basílica de San Francisco (donde las carpas nadan sobre los mosaicos romanos) o la “Domus dei tapetti di pietra" que bien merecen una visita.
No tengas prisas y dedícale a Rávena el tiempo que te pida el cuerpo. Es cierto que es pequeña, que todo está cerca y que probablemente en una mañana se pueda ver entera. Pero algunos de sus monumentos bien merecen y necesitan su tiempo para poder admirarlos en condiciones y no una visita rápida para hacer la foto y al siguiente. Hace tiempo aprendí que es mejor ver menos sitios, pero “vivirlos” bien, a ver muchos y ninguno en condiciones. Dedícale una jornada completa (al menos) y recréate en este viaje a un tiempo en el que simbolismo y realismo se unieron para crear los más maravillosos mosaicos.
Para visitar la mayoría de los monumentos existen unas entradas combinadas que te permiten acceder a varios de ellos, estas son las tarifas del 2011:
9,50 € - incluye: S. Apollinare Nuovo, Baptisterio Neoniano, Basílica de San Vitale, Mausoleo de Galla Placidia, Museo Arzobispal y Capilla.
6,00 € - incluye: Mausoleo de Teodorico, Museo Nacional de Rávena.
8,00 € - incluye: Mausoleo de Teodorico, Museo Nacional de Rávena, San Apollinare in Classe.
Mausoleo de Galla Placidia
Gala Placidia (386-452), la hermana de Honorio, el emperador romano que trasladó la capital del Imperio de Occidente desde Milán a Rávena, construyó este pequeño mausoleo de planta de cruz latina en torno a 425-450. Gala Placidia reinó en parte de la zona occidental del Imperio a la muerte de su esposo Ataulfo, rey de los visigodos, como regente de su hijo Valentiniano III que sólo tenía 6 años.
Siendo uno de los edificios más representativos de la arquitectura paleocristiana, el más antiguo de Rávena, es famoso por el esplendor de sus mosaicos. Según los expertos de la UNESCO, "el más antiguo y mejor conservado de todos los monumentos con mosaicos, y al mismo tiempo, uno de los más perfectos artísticamente".
El exterior es muy sobrio, lo que contrasta con la decoración del interior. Los mosaicos cubren las paredes de la bóveda, las lunetas y la cúpula. Los temas iconográficos desarrollados en las decoraciones representan el triunfo de la vida eterna sobre la muerte.
El ambiente del Mausoleo de Gala Placidia es, sin duda mágico. Al entrar en el pequeño edificio te ves sorprendido por el repentino cambio de luz del día al ambiente nocturno creado aquí con el cielo estrellado de la cúpula, estas estrellas sin duda dejan una gran impresión a quien lo visita.
En esta pequeña construcción solo se puede estar durante cinco minutos para preservar los mosaicos, aunque está permitido hacer fotografías. La taquilla se encuentra en la entrada principal de la Basílica de San Vitale; el acceso es común para ambos monumentos. 
La anécdota
Se dice que Cole Porter, que pasó su luna de miel en la ciudad a finales de la década de 1920, quedó tan impresionado por la atmósfera y las estrellas del pequeño mausoleo que escribió su famosa Noche y día.


Baptisterio Neoniano
Es la construcción más antigua de los monumentos de Rávena, erigida por el obispo Urso a finales del siglo IV o principios del V. También llamado Baptisterio Ortodoxo para diferenciarlo del Baptisterio Arriano. El baptisterio fue terminado y decorado con mosaicos por el obispo Neone a finales del siglo V.
Es un sencillo edificio de planta octogonal de ladrillo con cuatro grandes nichos y con las puertas enterradas (el nivel inicial es de unos tres metros por debajo del actual). En el interior, además de la decoración con bellos mosaicos de influencia helénico-romana, varias obras de estuco y mármol. En el centro hay una pila octogonal de mármol, remodelada en el siglo XVI, en la que los fieles se sumergían totalmente para recibir el bautismo. En el centro de la cúpula un mosaico representa a Juan el Bautista bautizando a Jesús en el río Jordá con un dios pagano a un lado. Alrededor de la escena del bautismo de Cristo están representados los doce apóstoles.

La anécdota
Durante un viaje a Rávena en 1930 Carl Gustav Jung visitó el baptisterio Neoniano y vio un mosaico en el que Cristo aparece sosteniendo una mano a Pedro, que está a punto de ahogarse. Habló de él largo y tendido con su compañero de viaje, reflexionaron juntos sobre su significado, la expresión de la idea arquetípica de la muerte y el renacimiento. Fue sólo a su regreso a Zurich cuando, al tratar de encontrar una fotografía de este mosaico, se dio cuenta de que la imagen que había visto no existía.
Jung escribió algunas páginas hermosas en Rávena en sus Memorias, Sueños y Reflexiones, recordando la extraña experiencia en Rávena como un momento en el que el subconsciente y el consciente se encuentran, cuando los ojos físicos perciben una visión que no es real, pero sin embargo real en la experiencia. La magia de los mosaicos de Rávena influyó incluso al padre del psicoanálisis.
Baptisterio Arriano
El baptisterio fue construido a finales del siglo V, cuando Teodorico había consolidado su dominio y el culto arriano era la religión oficial de la Corte. La religión arriana era una herejía, que debe su nombre a su defensor, Arrio. Nada queda de las decoraciones que debían de cubrir las paredes. En la cúpula hay un hermoso mosaico que representa el bautismo de Cristo y los Doce Apóstoles. El edificio, que se ha hundido alrededor de 2,25 metros en el suelo, es de planta octogonal con cuatro ábsides externos pequeños.
Entrada gratuita.
De acuerdo con la doctrina arriana, Cristo era el Hijo de Dios, pero conserva su naturaleza humana. Solamente a través del rito del bautismo la naturaleza divina de Cristo se hace manifiesta.
Los mosaicos de este baptisterio celebran el bautismo de Cristo pero, no está representado viniendo desde el este como en el baptisterio católico. El Cristo arriano de este baptisterio se está moviendo hacia el este, llegando a ser divino sólo en el momento del bautismo. El Cristo que aquí se muestra es humano, un joven desnudo sumergido en el agua hasta las caderas, pero con los genitales visibles. La desnudez de Cristo es una afirmación de la doctrina arriana y por lo tanto de la naturaleza humana de Cristo. La herejía arriana desapareció, pero en este baptisterio queda la imagen de Cristo desnudo.









Basílica de San Apollinar Nuovo
La Basílica fue construida en el siglo VI, originalmente como la iglesia Palatina de Teodorico. La fachada está precedida por un sencillo pórtico de mármol del siglo XVI. En el lado derecho hay un campanario cilíndrico del siglo IX o X, característico de los edificios de Rávena. Del antiguo edificio tenemos los magníficos mosaicos con la superficie más grande que ha llegado hasta nosotros. Las procesiones de Vírgenes y mártires representan uno de los ejemplos más típicos del estilo bizantino.

Los mosaicos, sin embargo, no corresponden todos al mismo periodo. Los relacionados con la religión arriana fueron sustituidos por orden del obispo Agnello. Solo se salvaron las partes más altas de la decoración, mientras que en la parte más baja, se realizó una profunda remodelación de la que solo quedaron el Puerto de Classe y el "Palatium" de Teodorico.

Las paredes de la nave central están divididas en tres zonas. La parte más alta está decorada con una serie de recuadros representando escenas de la vida de Cristo alternados con otros recuadros con un motivo alegórico. En el centro vemos cuadros de Santos y Profetas. En la parte inferior, en los muros de la derecha (mirando hacia el altar), el Palacio de Teodorico. En frente el Puerto de Classe y las murallas de la ciudad tras las cuales están plasmados los edificios. También en la parte inferior se pueden contemplar las procesiones de los Santos Mártires y las Santas Vírgenes, así como el célebre mosaico de la Adoración de los Reyes Magos.
Oratorio San Andrea
Construida como oratorio privado, en la primera planta del palacio de los obispos durante el reinado de Teodorico a principios del siglo VI, hoy en día está ubicado dentro del museo arzobispal y por tanto incluido en la visita a este. En el museo hay una interesante colección lapidaria, la catedra en marfil (s. VI) del arzobispo Maximiano, así como un calendario eterno de la Semana Santa. 
El oratorio es el único monumento ortodoxo construido durante el reinado de Teodorico, cuando la religión predominante era la arriana mostrando un fuerte simbolismo contra esta última. La capilla, de planta de cruz griega, tiene un vestíbulo cuyas paredes están revestidas de mármol en la parte inferior y con decoración de mosaicos en la parte superior. Sobre la puerta hay una representación de Cristo como un guerrero. En el interior los mosaicos muestran todo un parque lleno de pequeñas aves. Escondido entre los animales, hay un patito un tanto extraño; tiene una pata de color negro y la otra roja. Algunos mosaicos fueron sustituidos por frescos en el siglo XVI.
Mausoleo de Teodorico
El propio Teodorico lo construyó en el año 520 para ser usado como su última morada. Totalmente de piedra de Istria, la impresionante cúpula monolítica mide 10 metros de diámetro y pesa 300 toneladas. El interior es muy sobrio, aunque en el piso superior permanece una bañera romana circular de pórfido en la que se cree que fue enterrado Teodorico. Sus restos fueron retirados durante la dominación bizantina.
Basílica de San Vitale
La Basílica de San Vitale, consagrada por el arzobispo Maximiano en el 548, es uno de los monumentos más importantes del arte cristiano en Italia. Es una obra maestra de la arquitectura con una gran influencia oriental. Consta de una nave central octogonal, rematada por una cúpula y apoyada en 8 de pilastras y arcos, ricamente adornada con frescos, mármoles, capiteles bizantinos y, por supuesto, los extraordinarios mosaicos del ábside. 
Los mosaicos, que destacan por sus luminosos y vivos colores, nos muestran la riqueza y grandeza propias del estilo bizantino, siendo considerados por muchos como los más bellos de la cristiandad. En los laterales del presbiterio están representadas escenas del Antiguo Testamento, Teodora (su retrato te perseguirá por todo Rávena) con su séquito y Justiniano con su corte. 
La cúpula y los nichos estaban decorados con frescos pintados en 1780 por Barozzi y Gandolfi de Bolonia y Guarana del Veneto. Como curiosidad, al estar por debajo del nivel de la capa freática, mantienen seco el suelo utilizando bombas. 
La Basílica de San Vitale impresiona tanto por los mosaicos del ábside, como por los espacios, por los frescos barrocos de la cúpula y por su increíble luz que la dota de un ambiente especial. Pero hay otra joya menos conocida; en el piso del presbiterio, frente al altar, hay un laberinto representado a un lado de la planta. En el centro del laberinto aparecen unas pequeñas flechas que siguen por un sinuoso camino hacia el centro de la basílica. Este solía ser, en los inicios del cristianismo, un símbolo de pecado y de vía de purgación; encontrar la salida era el acto de renacimiento. 

Basílica de San Apollinar in Classe
La Basílica fue construida, durante la primera mitad del siglo VI, en el antiguo puerto romano de Rávena a la orilla del mar, hoy en día está en el campo a unos kilómetros de la costa en las afueras de Rávena. Al lado se encuentra la zona arqueológica de la antigua ciudad de Classe.

Es una de las basílicas más perfectas y mejor conservadas en Rávena. En la fachada destaca la torre cilíndrica del campanario del siglo XI. En el interior, en las naves laterales, se aprecian sarcófagos de mármol (siglos VI y VII). También llaman la atención las columnas de mármol que separan las tres naves. Pero, sin duda, la basílica es reconocida por sus alegóricos mosaicos, entre los que destacan una representación de la Transfiguración, así como otra de San Apollinar en un prado con un rebaño de ovejas (sus fieles).

Otros Monumentos De Rávena
Basílica de San Francisco
La iglesia original del siglo V estaba dedicada a los apóstoles, aunque fue completamente reconstruida en los siglos X y XI; añadiéndose entonces el campanario. Es de líneas muy simples, la fachada de ladrillo tiene una pequeña ventana con parteluz en el centro. Bajo el altar mayor hay un sarcófago, del siglo V, visible a través de una ventana. La cripta del siglo X está soportada por columnas. En el suelo, anegado, hay fragmentos de mosaicos romanos de la iglesia original entre los que nadan las carpas. Para poder verla hay que echar 0,50 € en un aparato a la entrada de la cripta para su iluminación. El acceso a la iglesia es gratuito.

Se cree que el funeral de Dante Alighieri se celebró aquí, ya que su sepulcro se encuentra junto a la iglesia. 
Basílica de S. Giovanni Battista 
La antigua iglesia, anterior al siglo IX, fue demolida y reconstruida tal como la vemos hoy en día en 1683. El campanario del siglo IX tiene dos grandes líneas de luz coronadas por dos y tres ventanas. Entrada gratuita. 
Los mosaicos de Via D'Azeglio (“Domus dei tapetti di pietra" - “Alfombras de Piedra”)
Entre 1993 y 1994, la Superintendencia de Patrimonio Arqueológico de Emilia-Romaña sacó a la luz un complejo de edificios que van desde la época romana hasta la bizantina. En un pequeño “palazzetto” que consta de catorce habitaciones y patios se han descubierto tres. Todas las habitaciones estaban pavimentadas con mármol o revestidas de mosaicos con motivos geométricos y con teselas de figuras. Tras la restauración de “la alfombra de piedra” fue trasladada a un cuarto especialmente construido en su lugar de origen y al que se accede desde la Iglesia de Santa Eufemia. Está prohibido hacer fotografías.
Tarifa 2011: 4.00 €. Reducida: 3.00 €.
El (llamado) Palazzo de Teodorico
El edificio llamado Palacio de Teodorico, debe haber estado en el atrio frente a la iglesia de San Salvatore, una gran construcción con una nave y dos pasillos, cuyos restos fueron encontrados durante unas excavaciones. En el pórtico interior y en la pequeña habitación en el primer piso hay fragmentos de los mosaicos del palacio real de Teodorico, que fue construido ampliando un edificio ya existente.



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